La UE ha endurecido notablemente el precio que deben de pagar los países por emitir CO2. Esto se llama derechos de emisión de gases de efecto invernadero, y ahora es más caro que nunca, lo cual redunda notablemente en el precio de la energía, aumentando la crisis.
3.3 Conflictos geoestratégicos.
La política global de transición verde ha supuesto un abandono paulatino del carbón, del petróleo o de la energía nuclear. Las renovables aún no son capaces de satisfacer la demanda. Así que, en un momento dado, la apuesta energética de muchos países ha consistido en depender de un solo combustible: el gas natural.
El problema es que este gas se extrae en territorios lejanos con frecuentes problemas geopolíticos. Es sabido que el abastecimiento de España depende de la estabilidad de Argelia. Y ahora esa estabilidad está amenazada por desavenencias con su vecino, Marruecos, por cuyo territorio pasaba el principal gasoducto de suministro a nuestro país.
Pero lo que ocurre en otros estados de la UE no es mejor. Muchos reciben su principal suministro desde Rusia, con gasoductos que cruzan Ucrania. Esa región estratégica no pasa por su mejor momento, precisamente, como bien sabrás.