Cómo hacer tu plantilla familiar de ahorro y presupuesto

plantilla de ahorro

Cualquier objetivo que te marques en la vida, desde correr un maratón hasta escribir un libro, es mucho más sencillo si adoptas un método. En el caso del ahorro, este consejo es mucho más válido aún. Las hojas de cálculo con plantillas de gastos, ingresos y presupuestos son uno de los métodos más eficaces para ahorrar.

Una plantilla de ahorro te ayudará a controlar tu dinero, de forma que puedas recortar en lo que no te interese, o incrementar las partidas que más te satisfagan. Y además, psicológicamente, te dará la sensación de tener un rumbo al que dirigirte.

¿Pero, qué tiene que incluir esa plantilla?


Tus ingresos

Lo más fácil de calcular para una plantilla de gastos y presupuesto son tus ingresos. En la hoja de cálculo que tú dibujes, o en la que puedas encontrar por internet, debes asegurarte de que existe un espacio para poder incluir los ingresos cada mes.

Si eres trabajador por cuenta ajena y tu trabajo es tu única fuente de ingresos, lo tienes más fácil aún: en enero podrías rellenar la columna de ingresos de todo el año. Si por el contrario eres autónomo o tienes otras fuentes, la cosa se complica un poco. Intenta anticipar en la plantilla todo lo que estés seguro que vas a recibir.

Pero no introduzcas cantidades que están en el aire. Esto te podría dar falsas expectativas, a la hora de elaborar un presupuesto.

Puedes incluir las siguientes categorías:

  • Ingresos por trabajo: el rendimiento de tu trabajo, ya sea tu sueldo o el dinero que facturas como autónomo.
  • Inversiones: ventas de valores o de bienes inmuebles, dividendos, renta fija, etc. Añade solamente lo que llega a tu cuenta, no lo que está en el aire ni lo que va a seguir invertido.
  • Impuestos: la fiscalidad, cuando te es favorable, también es una fuente de ingresos; en esta categoría puedes introducir ese dinero que Hacienda te va a devolver por distintos motivos.
  • Ingresos extraordinarios: si recibes alguna prestación por discapacidad o cualquier otro motivo, si tienes algún inmueble alquilado, lo que sea, este es el lugar indicado donde registrar el ingreso.


Tus gastos fijos

En tu plantilla de gastos y presupuestos la parte más importante se tiene que reservar a los gastos fijos. Esos que sabes que vas a tener que satisfacer siempre.

Además, puedes organizarlos por orden de importancia: una suscripción a una plataforma audiovisual es un gasto fijo, pero no es tan importante como los suministros eléctricos. Si ordenas los gastos fijos por importancia, en el momento en que tengas que recortar para no salirte de presupuesto, sabrás a cuál recurrir.

Puedes establecer las siguientes categorías de gastos fijos:

  • Hogar:  hipoteca o alquiler, suministros, conexión a internet, cesta de la compra, seguridad, mantenimiento.
  •  Obligaciones financieras y fiscales: créditos, plan de pensiones, impuestos, tasas urbanas, etc.
  • Transporte: gasolina, transporte público, mantenimiento de los vehículos, impuestos de circulación, peajes, etc.
  • Educación: colegios, clases y prácticas deportivas, pertenencia a clubes y federaciones, etc.
  • Salud y seguros: medicamentos, tratamientos (fisioterapia, etc), seguros de salud, seguros de hogar, otro tipo de seguros.
  • Ocio y cultura fijos: gimnasio, plataformas audiovisuales, suscripciones, abonos de teatro, cine, clubes deportivos, etc.


Tus gastos variables

La partida de gastos variables es la más difícil de determinar. Lo que para algunas personas es un gasto fijo (por ejemplo, gasolina), para otras puede ser algo ocasional.

En cualquier caso, es importante que localices y registres estos gastos que ni se producen todos los meses ni suponen el mismo desembolso. Muchas veces, es de los gastos variables de donde antes podrás recortar si no llegas a cumplir los presupuestos.

Pero el motivo más importante para consignar tus gastos variables es otro. Cuando te hayas acostumbrado a tomar nota del dinero que empleas en salir a cenar, por ejemplo,  puedes calcular una media mensual de lo que puedes gastarte en este concepto y tratar de no superarla.

Es decir, el objetivo es acabar convirtiendo los gastos variables en gastos fijos, una vez conozcas tus costumbres de consumo.

Los gastos variables que debes incluir en tu plantilla de gastos y presupuestos pueden dividirse en las siguientes categorías:

  • Personal: ropa, peluquería, regalos, artículos de higiene,
  • Cultura variables: cines, teatros, videojuegos, libros, revistas, periódicos, etc.
  • Ocio: restaurantes, afterwork, bares, práctica esporádica de algún deporte, etc.
  • Vacaciones: alojamiento, desplazamiento, comidas, alquiler de coche, etc.


No dejes de aportar al ahorro

Una vez que tienes, en tu plantilla, los ingresos mensuales y que les has restado los gastos fijos y un estimado de los gastos variables, el resultado es el dinero del que dispones.

Pero faltan dos cosas importantes.

  • El ahorro:

No olvides que cuando te hemos hablado de métodos de ahorro, como el 20-50-30, debes reservar en estas plantillas un espacio consignar lo que destinas al ahorro.

Si tienes un objetivo de ahorro exigente, tendrás que dotar esta partida de más dinero. Si no tienes ningún objetivo, puedes ser más flexible, pero no dejes de hacerlo.

  • El fondo de emergencia:

El fondo de emergencia se diferencia del ahorro en lo siguiente: el fondo de emergencia tiene un tope (la suma de tus gastos fijos de entre tres a seis meses), y cuando “lo llenas”, puedes dejar de aportar; por el contrario, el ahorro no debe cesar nunca, siempre debes aportar a él.

El fondo de emergencia es importante porque con él deberías cubrir los imprevistos, como el reemplazo de algún electrodoméstico o la reparación del coche. De esta forma, evitarás endeudarte.


El presupuesto

Cuando tienes todas las cifras sobre tu plantilla de hoja de cálculo, es más fácil obtener una visión clara de dónde está tu techo de gasto. Si tus ingresos cubren gastos fijos, variables y ahorro, y aún sobra dinero, tienes flexibilidad para tomar decisiones. Puedes invertir, concederte caprichos o puedes aumentar el presupuesto para gastos variables (vete a un sitio más lujoso de vacaciones).

Si por el contrario, compruebas que tus ingresos no llegan a cubrirlo todo, gracias a la plantilla te será mucho más fácil saber dónde tienes que recortar.

Estos son los componentes imprescindibles de una plantilla de gastos y ahorro. Y la buena noticia es que, si no la quieres editar desde cero, muchas de estas plantillas ya están hechas.

Tan sólo tienes que encontrar la que mejor se adapta a tus circunstancias, descargarla y modificarla a tu gusto.

Aquí tienes un ejemplo que ofrece Microsoft para empezar. Pero, a la hora de elegir, no olvides de chequear que la plantilla incluye todas las partidas que te hemos señalado.

Una buena plantilla te va a dotar de una visión global. Con ella, anticiparás problemas o comprobarás tu progreso de ahorro. Desde luego que, como propósito para 2021, no podíamos recomendarte nada mejor.

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