Finanzas Claras
¿Qué es Fintech y por qué eres un «fintekky» hasta los huesos?
El concepto fintech se ha colado en las conversaciones de todos de un tiempo a esta parte. Nuevas empresas fintech, empresas bancarias tradicionales que evolucionan hacia un modelo fintech… Aplicaciones fintech…
Pero, ¿qué es fintech? Es el acrónimo que surge de fusionar la expresión financial technology, es decir, tecnología financiera.
Engloba todos los usos que pueden darse a las nuevas tecnologías digitales para favorecer la actividad financiera. Y tiene, por tanto, un significado muy amplio: desde un sencillo pago con tarjeta de crédito hasta dejarte aconsejar por una aplicación móvil financiera, todo es fintech.
Las soluciones fintech están presentes en tu día a día
Si llegados a este punto todavía crees que las fintech no están presentes en tu vida, te proponemos echar un ojo a tu día a día:
Cuando una de tus aplicaciones financieras te avisa de que has recibido ese ingreso que estabas esperando o entras en la cuenta de tu banco para consultar tus transacciones en tiempo real, estás interactuando con fintech.
Cuando compras con un wallet digital en Internet, vas al supermercado en un coche de carsharing que activas y abonas con tu móvil, o pagas la compra desde el móvil donde tienes almacenada tu tarjeta de crédito, sí, también estás en contacto con ejemplos de Fintech.
Todas y cada una de estas acciones están recogidas en el concepto fintech, que influye en tu vida mucho más de lo que crees.
Así que, ya ves, aunque no tuvieras ni idea, solo con vivir en el siglo XXI, ya eres «fintekky» hasta los huesos.
¿Cuáles son los tipos más comunes de fintech?
Hay infinidad de empresas y productos fintech y, por tanto, hay una infinidad de formas de clasificarlos. Cualquier intento de establecer categorías será siempre bastante arbitrario, porque las fronteras entre ellas serán difusas. Sin embargo, para comprender la dimensión del concepto fintech y su influencia en la vida cotidiana de nuestro tiempo, conviene ensayar esta clasificación, aunque sea con trazos gruesos. Podemos dividir las fintech en estas áreas:
1. Soluciones fintech de venta, pago y financiación
La facturación del ecommerce en España alcanzó los 40.000 millones de euros en 2018, un récord histórico destinado a ser superado más temprano que tarde, probablemente este mismo 2019.
La compra por internet ya es parte de nuestras vidas y cientos de empresas desarrollan tecnologías para mejorar la experiencia de adquirir productos online. Además, la innovación tecnológica permite la continua incorporación de nuevos medios de pago al mercado: tarjetas virtuales, plataformas de pago online, pago por móvil, transferencias instantáneas…
Pero lo que ofrecen las fintech en esta área no se limita a la posibilidad comprar y pagar, sino también a la de financiar al momento. El precedente es, por supuesto, las clásicas tarjetas de crédito. Hoy ya podemos recurrir a servicios de financiación online, cómodos y flexibles, como 3x 4x Oney. La expansión de las fintech en este campo parece no tener límites.
2. Fintech de gestión y asesoramiento
Durante la última década, las entidades financieras han dedicado un especial esfuerzo a la transformación digital. Fruto de ello son todas las posibilidades que la banca online permite a sus clientes.
Desde consultar sus cuentas a realizar gestiones que antiguamente requerían soportar tediosas colas en una oficina. Las áreas para clientes en las páginas web y, sobre todo, las aplicaciones móviles, continúan revolucionando la relación entre bancos y usuarios.
Una revolución que implica también al sector de los seguros (insuretech) y al sector de la inversión financiera. En este último, además de facilitar las gestiones, empieza a incorporar el asesoramiento.
La última tendencia son los llamados roboadvisors, algoritmos que, según las características del cliente y la información provista por el Big Data, les aconsejan en sus inversiones.
3. Empresas Fintech dedicadas a la seguridad
La seguridad es el mayor quebradero de cabeza en el progreso de las fintech. Cada innovación representa un desafío. No es extraño que haya todo un sector dedicado a preservar datos y cuentas bancarias, identificar personas y diseñar estructuras de cifrado, como blockchain, para blindar el futuro de las finanzas.
Entre los retos más inmediatos se encuentra la llegada del 5G. Esta nueva red, que supondrá un intercambio de datos 100 veces más rápido que el actual, plantea una serie de incógnitas para la seguridad de los usuarios cuya resolución es una prioridad entre las empresas del sector.
4. Fintech y acumulación y gestión de Big Data
La gestión de datos masivos conforma un área de las fintech que afecta a todas las demás. El Big Data aporta pistas sobre el comportamiento de los consumidores que permite ajustar la tecnología al uso real que se le va a dar.
Desde optimizar las inversiones públicas hasta ofrecer un asesoramiento más adecuado al estilo de vida de un cliente, el Big Data es la herramienta universal de las fintech…
Y también una fuente de desafíos, pues el almacenamiento y uso de datos, con los continuos cambios del marco legislativo al respecto, obligan a las entidades a adaptarse una y otra vez.
5. Fintech y acuñación de dinero electrónico
Dejamos para el final el dinero electrónico, acaso el área más misteriosa y complicada de todas las que pertenecen a las fintech.
Si bien el dinero electrónico está experimentando una implantación mucho más lenta de lo que se pensó en principio (precisamente porque su complejidad genera desconfianza en el inversor y el consumidor final se siente totalmente ajeno), los expertos no dudan de su potencial.
A medida que se perfeccionen las cadenas de datos, como blockchain, las divisas que sucedan al famoso Bitcoin acabarán por ser aceptadas y consolidadas. Todo un universo por explorar para el sector de las fintech.
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