Finanzas Claras
Créditos y préstamos: 8 conceptos básicos
Solicitar un préstamo es, muchas veces, la única forma de prosperar económicamente. Pero, al mismo tiempo, puede ser una fuente de problemas si desconocemos algunos conceptos financieros que rigen los créditos y los préstamos.
En este post encontrarás ocho términos elementales que resolverán algunas de tus dudas y te ayudarán a comprender mejor qué pides cuando pides dinero.
Crédito
Es una cantidad limitada de dinero que una entidad bancaria pone a disposición de un cliente para que éste pueda hacer uso de ella cuando lo necesite. Es decir, la entidad no entrega el dinero al cliente de una vez, sino que fija unas condiciones para que pueda ir retirándolo parcialmente.
El cliente puede llegar a utilizar toda esa cantidad de dinero, sin sobrepasar el límite, o puede utilizar sólo una parte de ella.La entidad cobrará intereses únicamente por el dinero que el cliente haya retirado (aunque pueda cobrar comisiones por el monto total a disposición del cliente).
Préstamo
Es importante saber distinguirlo del crédito. En un préstamo, la entidad sí entrega al cliente una cantidad fija de dinero. El cliente la devolverá, junto con los intereses pactados, en un plazo determinado.
Para facilitar la devolución del préstamo, se suelen establecer pagos fraccionados, más conocidos como mensualidades. Estas cuotas o mensualidades suelen ser flexibles, el cliente puede elegir entre un número mínimo y máximo que fija la entidad.
Además, existe la posibilidad de amortizar el préstamo antes de la fecha establecida, es decir, devolver por adelantado las cuotas restantes hasta ese momento.
Intereses
El interés es el precio que una entidad cobra a cambio de prestar un dinero. Podemos hablar de tipos de interés fijos o variables. Los fijos no varían a lo largo del plazo de amortización. Sin embargo, los tipos de interés variables cambian según un tipo de referencia al que estarán vinculados (el tipo de referencia más común es el Euribor) y se aplica a las hipotecas.
Los tipos de interés que encontrarás al solicitar un préstamo son el TIN y el TAE, que te explicamos a continuación.
Comisiones
Se trata de los costes que la entidad carga al cliente por distintos conceptos. Las más comunes son la de apertura la de amortización parcial (al devolver parte de la deuda antes de plazo para ahorrarnos intereses), la de cancelación total o parcial de la deuda o la comisión de estudio (que se cobra al principio de la operación como pago por su análisis).
TIN (Tipo de interés nominal)
El TIN es uno de los principales indicadores de interés que encontrarás al solicitar un préstamo. Es el porcentaje fijo que se abona en concepto de pago por el dinero prestado. Se aplica en forma de porcentaje sobre el importe solicitado a la entidad y se aplica junto a la cuota mensual acordada.
TAE (tasa anual equivalente)
El TAE es un indicador más completo que el interés nominal y muy útil para saber cuánto nos va a costar un crédito. Su cálculo (bastante complejo) surge de sumar al interés nominal las comisiones y ciertos gastos teniendo el cuenta el plazo de la operación.
Es muy importante a la hora de comparar productos porque hay créditos o préstamos que pueden ofrecer un tipo de interés nominal muy atractivo, pero que acaban por salir caros cuando se le suman las comisiones y otros gastos. El TAE nos da una idea global de cuánto nos va a costar endeudarnos.
Amortización
La amortización de un préstamo no es más que la devolución del dinero que nos han prestado más los intereses que nos cobran. La amortización puede ser anticipada, en caso de que reúnas el dinero para devolver el préstamo antes de lo que pensabas y quieras ahorrarte una buena parte de los intereses.
Pero normalmente las entidades te cobrarán una comisión por adelantar esta devolución, por lo que te conviene estudiar si te merece la pena.
Seguros y gastos
Al dinero que nos cuesta endeudarnos hay sumar ocasionalmente una partida de gastos extraordinarios, sobre todo si hablamos de créditos hipotecarios. Muchas entidades te obligarán a contratar seguros de garantías cuando la cantidad prestada sea elevada. A eso hay que sumar posibles gastos de notario, registro, tasación, gestión, etc.
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