Si hay tanta gente que, pudiendo hacerlo, decide no invertir su dinero, se debe, entre otras cosas, a que perciben que toda inversión implica un esfuerzo o, al menos, una carga mental. Y no les falta razón: a la hora de invertir surgen muchas dudas y no todos están seguros de querer lanzarse a la piscina. Pero todo lo contrario, realizar inversiones financieras está al alcance de todos y compensa con creces.
Es cierto que, una vez que la decisión está tomada y nuestro dinero ya está invertido en los productos que hemos considerado más adecuados para nosotros, el trabajo no ha terminado: requiere de una supervisión. Pero no desesperes, en este post vamos a utilizar cuatro de las clásicas preguntas W del periodismo (why/por qué, when/cuándo, what/qué y how/cómo) para que lo veas todo mucho más sencillo.