Consumo Inteligente
Cómo reclamar un cobro indebido en tu factura de la luz o el gas

A todos nos ha pasado. Abres la factura de la luz o el gas y algo no cuadra. Tal vez te han cobrado más de lo habitual sin que haya ningún consumo nuevo en tu casa, o aparece un servicio de mantenimiento que ni te suena. En ese momento, te asaltan las dudas: ¿será un error? ¿Tengo derecho a reclamar? ¿Valdrá la pena?
La respuesta es sí. Si te han cobrado de más, puedes –y debes– reclamar. Y aunque el proceso pueda parecer enrevesado, con un poco de orden y conocimiento puedes recuperar tu dinero sin perder la cabeza. Vamos paso a paso.
¿Qué se considera un cobro indebido?
Un cobro indebido es cualquier cargo que no se ajuste a tu contrato o a tu consumo real. A veces es un simple despiste, otras una estimación inflada. Lo cierto es que los motivos son variados:
Lecturas estimadas:
cuando la empresa no puede acceder al contador y “adivina” tu consumo, basándose en medias pasadas. Si llevas tiempo sin enviar la lectura real, puede salirte caro.
Errores en la tarifa:
te han aplicado una tarifa diferente a la contratada, o no han actualizado las condiciones pactadas.
Duplicidades o periodos mal facturados:
el mismo consumo cobrado dos veces, solapamiento de fechas o facturas retroactivas mal justificadas.
Servicios añadidos sin consentimiento:
mantenimientos, seguros o revisiones técnicas que aparecen de repente en tu recibo.
La clave es tener claro qué has contratado, cuánto has consumido y cuánto deberías pagar. Cualquier desviación injustificada puede –y debe– reclamarse.
Primero: revisa la factura con lupa
Antes de ponerte en contacto con la compañía, asegúrate de que el error es real. A veces el susto inicial se debe a un aumento del consumo (olas de frío, vacaciones en casa, electrodomésticos nuevos…). Pero si no encuentras explicación razonable, toca investigar.
Presta atención a estos puntos clave:
- Fechas de lectura: comprueba si son reales o estimadas.
- Tarifa aplicada: ¿corresponde con la que firmaste?
- Conceptos añadidos: busca cargos desconocidos.
- Comparativa con facturas anteriores: si el consumo ha subido de forma injustificada, puede haber un error.
Cuanto mejor entiendas tu factura, más clara será tu reclamación.
Documenta el cobro indebido
No hace falta que prepares un expediente de mil folios, pero sí conviene recopilar lo esencial:
- Guarda la factura en cuestión.
- Si gestionaste algo por internet (cambio de tarifa, lectura enviada), haz capturas.
- Escribe una pequeña cronología con fechas y lo que ha pasado.
Estos datos serán útiles si tienes que insistir o escalar la reclamación.
Contacta con la comercializadora: que quede constancia
El primer paso formal es siempre reclamar ante tu comercializadora (Endesa, Iberdrola, Naturgy, Repsol, TotalEnergies…). Estas empresas están obligadas a disponer de servicios de atención al cliente.
Puedes hacerlo por teléfono, por correo electrónico o a través del área de cliente de su web. Pero es muy importante que quede constancia de que has estado en contacto con ellos.
Aquí es clave que:
-Expliques claramente el error detectado.
-Pidas una rectificación o devolución, según el caso.
-Solicites un número de reclamación. Guárdalo como oro en paño: es tu prueba de que el proceso está en marcha.
La mayoría de reclamaciones se resuelven en esta fase, pero no siempre. ¿No te contestan o no solucionan nada? Pues llegó el momento de escalar la reclamación
Acude a instancias superiores
Si después de 30 días no tienes respuesta, o lo que te ofrecen no soluciona el problema, puedes acudir a instancias superiores.
Estas son tus opciones:
-Asociaciones de consumidores. Te pueden asesorar y también realizar trámites por ti. Suele ser necesario asociarse. Aquí tienes el listado de asociaciones de personas consumidoras y usuarias que reconoce el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030
-Autoridades públicas de protección a consumidores. Entre las que puedes encontrar:
-Nivel municipal: Oficinas Municipales de Información a la persona consumidora (OMIC).
-Nivel Autonómico: Organismos Autonómicos de Consumo.
-Conflictos con empresas extranjeras: Centro Europeo del Consumidor en España.
Si nada funciona, aún te queda la vía judicial
Cuando todo lo anterior falla, puedes acudir a los tribunales. No te asustes: si la cantidad reclamada es inferior a 2.000 euros, puedes presentar un juicio verbal sin necesidad de abogado ni procurador.
Solo necesitas:
- El formulario de demanda (muy sencillo).
- Tus pruebas: factura, reclamación previa, respuestas de la compañía (si las hubo).
A veces, con solo presentar la demanda, la empresa reacciona. Muchas prefieren devolver lo cobrado antes que enfrentarse a una sentencia desfavorable.
Plazos para reclamar
Hay que estar atentos a los tiempos:
- Tienes un año desde que se emitió la factura para reclamar un cobro indebido.
- La empresa debe responder en 30 días desde tu reclamación.
- Si no lo hace, puedes acudir a las autoridades de consumo dentro de un plazo de tres meses.
Reclamar dentro del plazo es tan importante como hacerlo bien.
¿Y si el error fue tuyo? No te castigues
Puede ocurrir: una lectura mal enviada, una confusión con las tarifas. Si ha sido un fallo por tu parte, lo mejor es comunicarlo cuanto antes. La mayoría de las comercializadoras están dispuestas a rectificar sin penalizaciones si no ha habido mala fe.
Tus derechos como consumidor de energía
La ley está de tu lado. Como usuario de servicios energéticos, tienes derecho a:
-Recibir información clara y veraz sobre lo que pagas.
-No ser facturado por conceptos que no hayas contratado.
-Reclamar sin que eso te cueste dinero ni penalizaciones.
-Obtener respuesta en un plazo máximo de 30 días.
Estos derechos están recogidos en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y en la normativa del sector eléctrico y gasista. Y son de obligado cumplimiento.
Evita disgustos futuros: pequeños hábitos, grandes diferencias
Aunque no podemos evitar todos los errores, sí hay formas de minimizar el riesgo:
-Envía tú mismo las lecturas del contador, al menos cada pocos meses.
-Revisa con calma las facturas.
-Desconfía de servicios añadidos con letra pequeña.
-Revisa las condiciones de tu contrato de vez en cuando. Algunas compañías aplican cambios que apenas notifican.
Un poco de atención puede evitar mucho papeleo.
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