¿Qué relación hay entre los préstamos y los tipos de interés?
Con lo que hemos explicado, no es muy difícil deducir que, cuanto más altos estén los tipos de interés, más difícil, o más caro, es endeudarse.
Un efecto muy visible se da en los préstamos hipotecarios.
La mayoría de las hipotecas a interés variable utilizan el Euribor como referencia para marcar sus intereses nominales. El Euribor es un índice que se calcula en función de los tipos de interés que manejan las entidades de crédito en los países de la Zona Euro. De esas entidades, la más importante es el Banco Central Europeo. Por tanto, si el BCE decide subir los tipos de interés, es muy probable que el Euribor suba, haciendo que los ciudadanos hipotecados tengan que pagar más cuota.
Pero esto también es válido para los préstamos personales, empresariales, o para los préstamos que se hacen las entidades bancarias entre sí.
Por tanto, subir los tipos de interés hace que los actores se lo piensen un poco más a la hora de pedir créditos. Como los créditos son imprescindibles para hacer funcionar la economía (necesitas acceso a ellos para montar un negocio, obtener materias primas, pagar formación…), subir los tipos de interés es “enfriar la economía”, porque dificulta las transacciones. Pero esto no siempre tiene por qué ser negativo.