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Con la entrada del año nuevo, nos hacemos algunas preguntas recurrentes. Una de las más habituales, tiene que ver con los precios: ¿Cómo será el IPC 2022 y qué impacto tendrá en los precios?
Sabiendo que los precios de las tarifas reguladas no se desvelan hasta finales de enero, en este post tratamos de anticipar qué va a suceder con los precios en 2022.
La inflación se calcula mes a mes. No hay previsiones anuales, sino que el dato que se ofrece se compara con el del mes del año anterior. De ahí lo de la «tasa interanual». Si en octubre de 2021 los precios subieron un 5’5 % decimos que la inflación fue de un 5,5 %. Es decir, si una manzana costaba un euro en octubre de 2020, en octubre de 2021 costaba un euro y unos cinco céntimos. Poca broma.
Y es que llevamos una temporada con subidas de precios constantes que se traducen en una inflación que se sitúa a niveles históricos. Ahí está el dato del 5,5 % registrado en octubre del año pasado, que no se alcanzaba desde hace casi treinta años, es decir, en 1992.
¿Razones? Una tormenta perfecta que encadena meses de aumento de los precios debido a la dependencia de las materias primas de China, el encarecimiento sin precedentes de la electricidad y los combustibles, así como detalles menos, pero cruciales como la falta de chips, que ha generado caídas históricas en las ventas de automoción. Y, ya se sabe, en economía todo está relacionado y las malas noticias nunca vienen solas.
El índice de precios al consumo, es decir, el IPC 2022, que es como se puede llamar también a la inflación, previsto para todo el año 2022 es del 3,2 % (aunque se calcule mes a mes, como dijimos, se pueden hacer estimaciones a futuro para plazos de un año). Anteriormente, se había fijado en un 1,7 %, con lo que el incremento es significativo. Para 2023, según las previsiones del Banco Central Europea, se cree que se reduzca la tensión y se alcanzan niveles en torno al 1,8 %, dato que se repetiría también al año siguiente.
Las consecuencias de la pandemia aún se arrastran, así como un crecimiento económico menor de lo esperado, lo que estaría provocando, según el BCE, esta escalada de los precios.
Se vienen, por tanto, años en que el precio de la vida será más acentuado que la media precedente. Si quieres que la inflación no te afecte en exceso, ten en cuenta que en algunos productos esta será especialmente acusada. Así, el alza de los precios se hará notar en varios sectores, como el de la automoción, uno de los más castigados. La subida del impuesto de matriculación y la citada escasez de microchips hará que te comprar un coche en 2022 sea considerablemente más caro, casi unos mil euros más de media.
La carestía de los chips o conductores afectará también a cualquier producto tecnológico que uses, desde ordenadores portátiles, tabletas a móviles.
Uno puede estirar el kilometraje un año más o ir tirando con ese ordenador de 2015, pero quizá te sea más difícil dejar de tomarte unas cañas o de comprar los aguacates con los que preparar uno de tus platos favoritos, el guacamole.
Frutas, verduras, carnes, pescados, bebidas alcohólicas y, en general, toda la cesta de la compra será más cara en 2022. Producir cualquier producto cuesta hoy más que el año pasado, con ese escenario que hemos comentado (falta de combustibles y materias primas), por lo que una simple pera conferencia también te costará más. El pan mismo, con un trigo que también vale más, así como los gastos derivados de su producción, también subirá.
Para sobreponerte al alza de precios, puedes recurrir a unos consejos que, si nos sigues con asiduidad, no te sonarán desconocidos.
Siempre se dice que hay un colesterol malo y uno bueno, aunque nadie habla nunca del bueno. Aquí tampoco hablaremos de la inflación buena, pero haberla hayla. ¿Dónde está? Es un asunto complejo, pero se entenderá si se pone el ejemplo de las deudas que cualquier ciudadano puede tener con su banco.
El alza de los precios que trae consigo la inflación es, a la larga, beneficiosa para tu deuda. Sube el precio de la vida, pero también suelen subir los salarios, mientras que la cifra de la deuda, tu carga, no se modifica. Cuentas con más recursos para hacer frente a una deuda que seguirá siendo la misma, al margen de las fluctuaciones del IPC 2022.
Sin embargo, en el corto plazo la subida de precios se traduce en la consabida «cuesta de enero» y demás tópicos motivados por la siguiente realidad incontestable: la vida es más cara con el año nuevo.
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