3.2 Muchos retos aún sin solución
No hay que olvidar que la experiencia ha sido intensa, pero corta. Pero, a largo plazo, si el trabajo remoto se convierte en el modelo laboral más frecuente entre las profesiones que puedan optar a él, ¿se mantendrá el entusiasmo?
Por un lado, para consolidar el trabajo remoto, hay muchos aspectos legales que despejar: ¿quién paga las conexiones, los equipos y mantenimiento del empleado? ¿Y la ciberseguridad? ¿Y el gasto extra de energía? ¿Qué hay de la prevención de riesgos laborales? ¿Cómo son las pólizas de accidentes laborales cuando los empleados están en sus casas? ¿Quién cronometra la jornada laboral y cómo se contabilizan las horas extra?
Por otro lado, no hay que olvidar los retos emocionales para el trabajador: separar trabajo de tiempo libre, desconectar, concentrarse, hacer relaciones con los compañeros y con otros colegas de profesión, etc.
El teletrabajo supone una ruptura del modelo laboral tan grande que no conviene darlo por consolidado. Sus beneficios están sobre la mesa y son rotundos. Pero aún es necesario esperar algunos meses para que se establezca de forma ordenada, y comience el declive del modelo presencial.