1. Reservar a través de plataformas de confianza
Opta por sitios web o aplicaciones de alquiler vacacional conocidos y reputados, como , o . Estas plataformas suelen contar con sistemas de revisión y verificación de propiedades y anfitriones, lo que aumenta la confianza en la transacción.
2. Leer reseñas y calificaciones
Antes de reservar una propiedad, revisa las opiniones y calificaciones dejadas por huéspedes anteriores. Presta especial atención a los comentarios recientes y busca patrones o problemas recurrentes que puedan ser señales de alerta.
3. Verificar la identidad del anfitrión
Comunica directamente con el anfitrión antes de reservar y solicita información adicional si es necesario. Asegúrate de que el anfitrión sea accesible y esté dispuesto a proporcionar detalles sobre la propiedad y el proceso de alquiler.
4. Evitar el pago fuera de la plataforma
Nunca realices pagos directos al anfitrión fuera de la plataforma de alquiler. Utiliza los sistemas de pago seguros ofrecidos por la plataforma, lo que te brindará una capa adicional de protección en caso de disputas.
5. Cuestiónate ofertas «demasiado buenas para ser verdad»
Si una propiedad tiene un precio significativamente más bajo que otras en la misma zona, ve con cautela. Las ofertas excesivamente atractivas pueden ser señales de alerta para una posible estafa.