Consumo Inteligente
Nueva factura de la luz: ¿En qué cambia?
Llevábamos meses esperándola. Y no ha decepcionado: la nueva factura de la luz va a suponer un verdadero cambio a la hora de consumir electricidad. Afectará a los más de 11 millones de usuarios que tarifan según el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
Sabíamos que con la nueva estructura se iba a favorecer el consumo en determinadas franjas horarias. Ahora que por fin tenemos los datos concretos, podemos decir que rompen las expectativas: consumir electricidad llegará a ser un 95% más barato en los tramos valle que en los tramos punta.
En este artículo te lo explicamos:
¿Qué estás pagando cuando pagas la factura eléctrica?
Tu factura de la luz no sólo incluye el precio que cuesta producir la electricidad. También abarca todos los gastos necesarios para hacer que la electricidad llegue a tu casa. El precio final se divide en varios conceptos:
1. Costes de la producción de energía.
Lo que cuesta la energía en el mercado diario, más una serie de servicios necesarios para producirla. Este precio sube y baja en función de distintas variables, como la demanda, el tipo de centrales que se están utilizando, etc.
2. Tarifa de acceso.
Lo que se cobra al usuario para que la energía llegue hasta a su casa. Se dividen en dos:
-Peajes: el mantenimiento de las redes y los costes de transportar la energía a través de ellas hasta los hogares.
-Cargos del sistema eléctrico: otros costes inherentes del sector, que tienen que ver con el procesado de residuos, las primas a las renovables, etc.
3. Margen de comercialización.
Lo que se lleva la comercializadora por desempeñar ciertos servicios con un beneficio.
4. Impuestos.
Un 21% de IVA y un 5,112% de impuesto a la electricidad.
5. La potencia contratada (parte fija).
Representa el coste fijo por disponer de suministro eléctrico. Se paga lo mismo, tanto si consumes mucha energía como si consumes poca.
Con la nueva factura de la luz, algunos de estos conceptos cobran importancia mientras que otros la pierden. En definitiva, el cambio pretende restar en la potencia contratada para sumar en la energía que consumimos. Veamos cómo.
Cambios en la nueva factura de la luz
Los principales cambios, en vigor desde el 1 de junio, son dos:
1. Baja la parte fija, sube el consumo
Con la nueva factura, quienes tengan un consumo bajo pagarán menos, pero quienes tengan consumos altos verán incrementada su factura. ¿Por qué? Porque baja la parte fija de la factura, es decir, la potencia contratada, pero sube el precio del kWh. Si tienes menos de 10 kW de potencia contratada, pagarás un 16% menos en la parte fija de la factura. Y si tienes contratados entre 10 y 15 kW, aún más: la parte fija de tu recibo se abarata un 28%.
Sin embargo, el precio kWh sube. Si tus consumos suelen ser altos, se encarecerá tu factura.
2. Dos potencias diferentes
La potencia contratada es la potencia máxima que puedes emplear en el mismo momento. Hasta hoy, cada usuario tenía una única potencia fijada en su contrato. A partir del 1 de junio, podrás tener dos potencias máximas, cada una a una hora diferente del día.
Por defecto la potencia en cada período será la que tienes contratada actualmente. Pero podrás modificar dos veces al año las potencias, para lo cual se te entregará información por periodos horarios en tu factura.
3. Tramos horarios en peajes y cargos
Pero la medida que más está dando que hablar es la creación de tres tramos horarios diferentes, con una gran diferencia en el coste. Como hemos dicho más arriba, las tarifas de acceso se componen de cargos y de peajes.
A partir del día 1 de junio, los peajes pasan a ser fijados por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Con el propósito de optimizar la red eléctrica, la CNMC propone que los precios suban o bajen en función del intervalo horario. De esta manera, se intentará que los usuarios eviten las horas de más demanda.
Pero es que, en el caso de los cargos, pasa lo mismo. Los cargos son fijados por el Ministerio. Y éste ha decidido seguir la misma estrategia que la CNMC: variar los precios en función de la hora.
El día queda dividido en tres tramos horarios: horas punta, horas normales y horas valle.
Tres tramos horarios
Como decimos, el mayor cambio viene dado por la creación de tres intervalos horarios para todos los contratos, que son los siguientes:
P1. Hora Punta: lunes a viernes de 10-14 h y de 18-22 h.
P2. Hora Llana: lunes a viernes de 8-10 h, de 14-18 h y de 22-24 h.
P3. Hora Valle: laborables de 0 a 8 h; sábados, domingos y festivos nacionales, todo el día.
Tenemos 88 horas valle a la semana, el 52% del total. Por tanto, bien utilizada, la reforma puede ser beneficiosa. Especialmente para quien pueda organizarse para aprovechar los fines de semana.
El secreto para ahorrar con esta nueva factura consiste en evitar las horas punta, que se van a encarecer notablemente. Habrá 40 a la semana, y coinciden con momentos de gran actividad en los hogares. El consumidor debería estar atento para no conectar los electrodomésticos de mayor consumo en estos tramos (horno, plancha, secadora…).
Entonces, ¿ahorraremos con la nueva factura eléctrica?
La respuesta es: depende de la tarifa actual y de la capacidad para adaptarnos a los horarios. Los cambios podrán ser percibidos como un aumento de los precios o como un descenso.
El consumidor que pueda realizar tareas domésticas en fin de semana o por la noche, notará un descenso. Pero aquel que no pueda alterar sus hábitos, y tenga que seguir consumiendo energía en horas punta, es probable que pase a pagar más.
Otra cosa que deberemos aprender es a adecuar la potencia contratada a nuestras necesidades. Si tienes un coche eléctrico, por ejemplo, sería buena idea subirla en el tramo nocturno, cuando la electricidad es más barata.
Nos va a costar acostumbrarnos. Nos va a costar entenderlo. Pero los expertos coinciden en que el cambio es justo, que homogeneizar el consumo ayudará a mantener las redes e infraestructuras y que esto, probablemente, ayude a bajar más las tarifas en el futuro.
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