Intentas abrir una página de Google Chrome pero, vaya por Dios, te has quedado sin internet. Pulsas un botón, cualquier, accidentalmente. Y entonces aparece. Un sencillo juego en blanco y negro protagonizado por un dinosaurio que parece venido de los 80. Al principio no te resulta muy atractivo, pero tienes la necesidad de matar el tiempo hasta que regrese internet. Así que echas una partidita. Saltas cactus, esquivas pterodáctilos, todo cada vez más rápido. Mueres, vuelves a empezar. Y, oye, ¡resulta que el Dinosaurio de Google engancha!
Te estamos hablando de Chrome Dino Run, o el Dinosaurio de Google, videojuego protagonizado por el ya famoso Loneley T-Rex. Un fenómeno mundial que engaña: parece fruto de la casualidad o de la viralidad (o del hyppe). Pero puede enseñarnos muchas cosas de nosotros mismos. Tras él hay una gran demostración de conocimiento de la sociedad y de la psicología humana. Y un buen conjunto de preguntas que podemos hacernos.