¿Qué es el impuesto de patrimonio?
El impuesto de patrimonio grava los activos netos de las personas físicas. Es decir, el valor total de los activos de una persona, menos las deudas asociadas a esos activos. Este incluye bienes como viviendas, vehículos, inversiones y derechos económicos.
Es un impuesto directo y personal, ya que cada persona física debe calcularlo y liquidarlo individualmente. Afecta a residentes en España que posean bienes. Por el contrario, no se aplica a personas jurídicas o empresas. Debe pagarse de forma anual, devengándose en el último día del año fiscal.
Aunque es un impuesto regulado a nivel estatal, se cede a las comunidades autónomas la capacidad de establecer sus propias normativas. Esto hace que los porcentajes, los mínimos exentos o las bonificaciones varíen mucho según la región en la que se resida. Por lo tanto, es esencial conocer las regulaciones locales correspondientes.
Como veremos más adelante, el cálculo del impuesto se realiza sumando el valor de los bienes, restando la deuda y la vivienda habitual. A continuación, se aplica un porcentaje que varía según la comunidad autónoma.