Consumo Inteligente
Cómo saber si una tienda online es segura

A todos nos ha pasado: ves una oferta increíble navegando por redes sociales o buscando un producto específico en Google. El precio parece demasiado bueno para ser verdad. ¿La web? Bonita, moderna… pero algo te dice que te lo pienses dos veces. ¿Es fiable esta tienda online? ¿Puedo comprar sin miedo a perder mi dinero?
Con el auge del comercio digital, también han crecido las webs fraudulentas. Algunas están diseñadas con tanto detalle que pueden engañar incluso a los compradores más experimentados.
Aquí te damos 10 claves para saber si una tienda online es segura antes de comprar:
Comprueba el protocolo HTTPS
Puede parecer obvio, pero es lo primero: fíjate en la barra de direcciones del navegador.
¿La URL empieza por https:// y aparece un candado?
Eso indica que la conexión está cifrada y que los datos que introduces (como tu tarjeta) viajan seguros.
No significa que la web sea 100% de fiar, pero una que no tiene HTTPS directamente debería hacerte salir corriendo.
Si ves la frase “No es seguro” en el navegador, cierra la página.
Revisa el dominio y desconfía de direcciones raras
Muchos timos online utilizan dominios que imitan marcas reales con pequeñas variaciones, por ejemplo: decathlon.shop en lugar de decathlon.es;
nike.ofertas24.com; etc.
Aunque el diseño de la web sea idéntico al original, el dominio revela el fraude.
Desconfía especialmente si termina en extensiones poco comunes (.xyz, .top, .shop…) o si la dirección incluye nombres largos, guiones o palabras fuera de lugar.
Fíjate en el aspecto general: textos, imágenes y traducciones
Las páginas falsas suelen tener fallos de calidad que las delatan:
- Textos mal traducidos o con faltas de ortografía.
- Imágenes pixeladas o que no coinciden con el producto.
- Condiciones de venta confusas o absurdas.
- Precios llamativamente bajos sin justificación.
Si algo “huele mal”, probablemente esté mal
¿Quién está detrás? Busca el aviso legal y los datos de la empresa
Una tienda online seria y legalmente constituida debe incluir:
- Aviso legal
- Política de privacidad
- Condiciones de compra
- Identificación del titular de la web (empresa, NIF, dirección…)
- Si no encuentras nada de esto o está redactado de forma vaga (“somos una empresa global”), mala señal.
Consejo práctico: copia el NIF o razón social y búscalo en Google o en el registro mercantil para comprobar si existe.
Revisa las formas de pago disponibles
Una web de confianza ofrece métodos de pago seguros y reconocibles, como:
-Tarjeta bancaria (Visa, MasterCard…)
–PayPal
–Bizum
-Transferencia bancaria (aunque es la menos recomendable)
Desconfía si:
- Solo puedes pagar por transferencia internacional.
- Te piden datos bancarios por correo electrónico o WhatsApp.
- Ofrecen descuentos solo si pagas por métodos no rastreables (como criptomonedas o gift cards).
Busca reseñas externas, no solo en la propia web
Las tiendas fraudulentas pueden incluir opiniones falsas dentro de su propia web. Para saber si son reales, busca valoraciones en otros sitios:
- Google Maps (si tienen tienda física).
- Empresas de valoración y opinión de los usuarios.
- Foros especializados o redes sociales.
- Comentarios en comparadores de precios.
- Truco: busca en Google el nombre de la tienda seguido de palabras como “opiniones”, “es fiable”, “estafa”, “experiencia real”.
¿Tiene contacto real o solo un formulario?
Toda tienda fiable debe ofrecer canales de contacto accesibles y visibles:
- Número de teléfono (preferiblemente fijo y nacional).
- Dirección física.
- Email profesional.
- Chat en vivo (opcional).
Si solo ves un formulario de contacto y nada más, es un punto negativo.
Y si escribes y nadie responde, sal de ahí cuanto antes.
Usa herramientas online para verificar la web
Hay plataformas gratuitas que te ayudan a comprobar si una tienda es de fiar:
- ScamDoc: analiza la reputación del dominio.
- Web of Trust (WOT): te muestra opiniones de usuarios sobre sitios web.
- Whois: permite ver cuándo y por quién fue registrado un dominio (si es muy reciente o está oculto, ojo).
- Google Transparency Report: informa si una web ha sido reportada como peligrosa.
Huye de los chollos imposibles
Sabemos que es tentador, pero seamos realistas: un iPhone nuevo a 99 € no existe; zapatillas Nike a 12 € con envío gratis no existen; ropa de marca con descuentos del 90%… tampoco.
Los precios absurdamente bajos son el anzuelo preferido de las webs fraudulentas. Y si encima hay un temporizador de “última oportunidad”, el truco de la urgencia ya está en marcha.
Haz una compra de prueba (pequeña y con protección)
Si todo lo demás parece correcto pero aún dudas, puedes hacer un pedido pequeño y con método de pago seguro (como PayPal o tarjeta con seguro antifraude).
Así compruebas tiempos de envío, calidad del producto y atención al cliente sin arriesgar mucho dinero. Guarda capturas del pedido, la confirmación y cualquier mensaje que te envíen, por si necesitas reclamar.
¿Y si ya has comprado y sospechas?
Si crees que has caído en una estafa, sigue estos pasos:
- Contacta con tu banco cuanto antes para bloquear el pago o revertirlo.
- Denuncia en la policía o en la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI).
- Escribe una reseña o comentario para alertar a otras personas.
- Comprueba si tu información personal ha sido filtrada (especialmente si has enviado documentos).
Hoy en día, comprar por internet forma parte de nuestra vida cotidiana.
Pero igual que no entrarías a una tienda física que huele raro, tampoco deberías dar tus datos a una web que no te inspira confianza .
Con estos consejos, no solo evitarás fraudes: también te convertirás en un comprador más informado, más seguro y más digitalmente sabio .
Y eso, además de ahorrar dinero, siempre da gustito.
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