Cómo desconectar en vacaciones

Es tu primer día de vacaciones. Ya estás en la casa de la sierra, en algún lugar del Mediterráneo, o refrescándote con la brisa del Cantábrico. Pero, ¿y tu mente? De poco sirve estar de vacaciones en un lugar idílico, si tu mente permanece en la oficina. Las vacaciones, si no sirven para desconectar, no son vacaciones.

No eres la única persona que sufre este problema. Una encuesta de Ramstad desvelaba que el 30% de los empleados tiene dificultades para olvidar su trabajo cuando está de vacaciones.

Para que puedas conseguirlo, te proponemos un viaje imaginario especialmente diseñado para que tus pensamientos se tomen un merecido descanso, ya sea en casa, en la montaña o bajo el sol del Caribe.

DÍA 1
Visita el Parque Nacional de “Aquí y Ahora”

Es mucho más fácil desconectar en vacaciones si ya practicas el hábito de la desconexión a lo largo del año; cuando sales de trabajar, o los fines de semana. Aunque si estás leyendo esto, es posible que no sea tu caso. Así que vamos a empezar por el principio.

Para convencerte de que estás de vacaciones es muy útil romper con toda la rutina:

• Cambia un poco tus horarios, puedes hacerlos más flexibles
• Deja a un lado el uniforme o la corbata y relaja tu forma de vestir
• Cambia (si puedes) tu lugar de residencia para cambiar de aires
• Y lo más importante, hazlo durante el tiempo suficiente. Los expertos recomiendan tomarse al menos 15 días de vacaciones seguidos.

DÍA 2
Báñate en la playa de «No importa»

Para disfrutar realmente de tus vacaciones y desconectar de tu vida laboral es importante disfrutar y valorar todo lo que haces. Las vacaciones no son un deporte ni una competición. Deja de cuestionarte si tus planes de verano son realmente buenos o si te permiten desconectar lo suficiente.

Evita el momento drama si una mañana se pone a llover. Como decíamos antes, vive el presente, aprovecha las oportunidades que este cambio de planes te proporciona; ¿hace cuánto no lees un libro sin prisa? ¿no te apetece salir de pinchos, visitar un museo o improvisar una cata en una bodega?

Siguiendo esta línea, te recomendamos evitar cargar estas semanas de actividades programadas. Valora la improvisación. Déjate vencer por la pereza. Y apaga todos los despertadores.

DÍA 3
Explora las ruinas Tech Free

Nunca se insistirá lo suficiente: la desconexión implica un apagón digital, al menos, en lo relacionado con el trabajo. Posiblemente el resto del año es habitual para ti consultar a diario tus perfiles de redes sociales, los grupos y chats de trabajo en las apps de mensajería o la intranet de la empresa, y que tienes accesos directos a todas ellas en tu smartphone.

¿Lo ideal? Cerrar las sesiones en todas ellas para permanecer un poco aislado. En este sentido, hay que celebrar la política «go dark» de O2E Brands., en la que los trabajadores se comprometen a no consultar emails o a apagar el teléfono móvil de empresa. Y además, los empleados deben ceder sus cuentas de correo a otros compañeros, que cambian las contraseñas mientras están de vacaciones. Se trata de crear «un lugar seguro» donde todo el mundo pueda desconectar sin consecuencias.

DÍA 4
Descubre las maravillas de “Delegar”

Dejar que otros se hagan cargo de tus temas pendientes es otra de las cosas importantes que debes hacer para aprovechar las vacaciones. Una buena organización previa con tus responsables y compañeros es crucial en este punto. Si el sistema se organiza correctamente, tú les cubrirás a ellos cuando llegue su momento de descanso, y mientras tú estás de vacaciones se ocuparán de “trabajar” por ti.

Además, delegar no sólo trae beneficios a la hora de aprovechar las vacaciones. También motiva la confianza entre compañeros y alimenta los proyectos con nuevas ideas.

Ahora que has viajado virtualmente por el proceso de desconectar. ¿Estás preparado para hacerlo realidad?

Felices vacaciones, y feliz desconexión.

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