Las desgracias ocurren. Que todavía no te hayas topado con alguna no quiere decir que seas inmune a ellas. Un baja prolongada, una avería en tu hogar, un accidente de tráfico, una proceso judicial… Las posibilidades son tantas que, bien pensado, lo raro es que las cosas salgan siempre bien.
Por eso es muy recomendable disponer de un fondo de emergencia para hacer frente a gastos imprevistos. Te contamos todo lo que debes saber para organizar el tuyo.