Una de las grandes preguntas que ronda al sector de los medios de pago es: ¿Son las tarjetas bancarias vulnerables y están algo anticuadas?
La proliferación de robos de datos en tarjetas de crédito y el incremento de operaciones de piratería pueden sugerir en cierto modo que sí. Pero esta afirmación solo es posible si no tenemos en cuenta el progreso de la biometría en los últimos años y su creciente aplicación a este pequeño rectángulo, que tanto dice sobre nosotros.