Consumo Inteligente

Hogar inteligente: Cómo puede ayudarte a mejorar tu economía

Internet está revolucionando el uso de las cosas, también en el hogar. La aplicación de la conectividad a los objetos de uso cotidiano en las viviendas supone infinitas ventajas, desde mejorar la experiencia en los sistemas de entretenimiento, hasta eliminar barreras para personas con discapacidad.

Smart Home, Internet de las Cosas o domótica son conceptos que aún parecen reservados a familias de alto poder adquisitivo. Pero se empieza a demostrar que ciertas innovaciones no representan un gasto, sino una inversión.

Si estás leyendo este artículo te estarás preguntando: ¿Vivir en un hogar inteligente puede ayudarme a ahorrar?  La respuesta es sí, en muchos aspectos.


Ahorro de energía

El ahorro de energía es una de las primeras áreas a las que se ha aplicado la conectividad. Gracias a la tecnología, los hogares inteligentes pueden cerrar o abrir persianas de forma remota o programada, sin ningún esfuerzo. De esta forma se reduce el impacto del sol en verano o se retiene más calor en invierno, con un ahorro considerable para los sistemas de climatización. El objetivo; llevar a cabo un consumo inteligente.

También empiezan a ser habituales las calderas con termostatos manipulables mediante dispositivos móviles. Este tipo de sistemas, nos permiten regular su temperatura anticipándonos a nuestra presencia en la casa. Por ejemplo, si surge un plan inesperado, basta con encender o apagar la calefacción con el móvil para lograr un ahorro considerable.

Monitorizar al detalle el gasto eléctrico también es una posibilidad hoy en día, gracias a determinados dispositivos innovadores. Saber cuáles son los electrodomésticos que más gastan, incluso estando apagados, y a qué horas, es el primer paso para tomar medidas.

Desconectar los aparatos de uso no prioritario en los momentos en que no se están utilizando supone un gran ahorro, y también puede automatizarse.


Seguridad

El hogar inteligente también puede ayudarte a proteger tus bienes de muchas maneras. Por ejemplo, haciendo que los amigos de lo ajeno se lo piensen dos veces antes de intentar allanar tu morada.

Los avances tecnológicos han supuesto un notable abaratamiento de los sistemas de detección de intrusos y alarmas, que ahora envían sus avisos a través de la web, a tu móvil o a una empresa de seguridad, en lugar de limitarse a emitir pitidos. También podemos encontrar en el mercado cerraduras inteligentes, equipadas con cámaras y control remoto a través de dispositivos móviles, para dar acceso a la casa a quién tú quieras desde la distancia.

Los objetos conectados son capaces, además, de actuar en caso de catástrofe. Por ejemplo, un detector de incendios conectado a un horno sería capaz de apagarlo en caso de que percibiera un exceso de humo. Un toldo puede recogerse automáticamente si un detector de viento así lo recomienda.

Quienes han sufrido una inundación en su casa saben que, en la mayoría de los casos, se debe a una fuga de agua no detectada que te sorprende fuera del hogar. Actualmente existen apps que detectan esas fugas y te avisan a tu móvil antes de que la cosa pase a mayores.


Electrodomésticos

El caso de los electrodomésticos inteligentes merece una mención aparte. No sólo por su capacidad para adaptarse a tu consumo o a las condiciones ambientales y así ahorrar energía (como hacen, por ejemplo, los frigoríficos de nueva generación, que regulan la temperatura en función del ambiente). También por otras ventajas de interacción que pueden traer consigo un ahorro.

En este sentido te interesará especialmente conocer la etiqueta de eficiencia energética del electrodoméstico, para ahorrar además con cada uso.

La mayoría de los electrodomésticos inteligentes en los que ya están trabajando las grandes marcas son capaces de avisar en caso de mal funcionamiento, para que su usuario pueda tomar medidas antes de sufrir una avería fatal que implique un alto coste de reparación.  En el caso de los frigoríficos, pueden venir equipados con apps que avisan de qué alimentos están a punto de caducar, para evitar malgastar la comida optimizando así la cesta de la compra. Las lavadoras, por su parte, son capaces de aconsejarte qué programa debes seleccionar, en función de tu colada, para un lavado más eficiente.

La mayoría de estos electrodomésticos, además, tienen la posibilidad de ir añadiendo funcionalidades a medida que se actualizan su software, e incluso aprender de tus costumbres para adaptarse a ti.

A esto cabría añadir la reducción del esfuerzo que te supondrá encomendar las tareas del hogar a estos gadgets . Si tenemos en cuenta que tu tiempo es oro (tanto para trabajar como para descansar), no es exagerado decir que aparatos robotizados, como aspiradoras, pueden suponer una inversión, en lugar de un gasto.

Los asistentes de voz como Siri, Alexa o Google Home podrían entrar dentro de esta categoría. También otro tipo de electrodomésticos como robots de cocina o escáners para detectar el tipo de mancha que te ha caído en la camisa y qué programa de lavado necesita, sin perder ni un segundo.

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