Conduce con suavidad
Tras el primer impulso, utiliza las inercias para subir la rampa del garaje, de forma que apenas debas tocar el freno para detenerte arriba.
Este juego de alternar los mínimos impulsos con el aprovechamiento de inercias, acelerar de forma gradual, anticipándote a los obstáculos, y usar el freno motor te permite llevar el coche con suavidad.
Al incorporarte a la autopista, asegúrate de dejar una distancia adecuada con el vehículo que te precede. Así no tienes que reaccionar bruscamente con frenazos o acelerones que exigirán mayor consumo a tu motor.
Esto mantiene tu coche en un desarrollo óptimo de entre 1700 y 2500 revoluciones por minuto, si es diesel, y entre 3000 y 4000 rpm si es gasolina. En este régimen, sabes que el consumo es el mínimo.
Los expertos han demostrado que conducir con delicadeza es la mejor forma, no sólo de ahorrar carburante, sino también otros consumibles, como las pastillas de freno, y de conservar el motor en el mejor estado.