Dados los desafíos ambientales actuales, la vivienda sostenible parece ser un importante punto de interés para los actores del sector inmobiliario y de la construcción. Después de haber trabajado en prestigiosos proyectos en Londres, el ingeniero estructural Germain Hot eligió dedicar sus habilidades a proyectos sociales y ambientales, como los de la asociación Long Way Home en Guatemala. Su visión sobre la vivienda sostenible nos ayuda a comprender los desafíos que enfrenta la industria.
La industria de la construcción genera actualmente el 40 % de las emisiones globales. En 2018, la producción de electricidad fue el sector emisor más grande del mundo, con el 41 % de las emisiones totales de la combustión de energía. El transporte fue el siguiente (25 %), seguido por el sector industrial (18% , incluida la construcción).
Con esto en mente, es necesario reducir nuestra huella de carbono eligiendo viviendas ecológicas. El objetivo a largo plazo es lograr la neutralidad de carbono y la «sobriedad energética» para 2050. Para ello, todos deberíamos buscar soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Cuando se trata de vivienda, debemos «elegir la opción sostenible, evitar la vivienda que desperdicia energía y centrarnos en la renovación. Esto se puede hacer a través de un mejor aislamiento térmico con materiales ecológicos, o mediante la instalación de ventanas de doble acristalamiento». Germain Hot también hace hincapié en la importancia de utilizar materiales que hasta ahora se han considerado residuos o inservibles para la construcción, como la suciedad, los neumáticos o los plásticos, siempre que se respeten ciertas normas para evitar contaminar el suelo y las aguas subterráneas.
● Ahorre energía eligiendo bombillas LED o dispositivos de bajo consumo: una bombilla LED consume hasta 10 veces menos energía que una bombilla halógena.
● Reduzca el consumo de agua con dispositivos de bajo flujo, que utilizan hasta un 30 % menos de agua.
● Reciclar y compostar para limitar el consumo de agua y energía: una tonelada de plástico reciclado ahorra seis meses de energía y cuatro meses de agua por persona.
● Apague las luces, tome duchas cortas: cinco minutos usando un cabezal de ducha normal significa 75 litros de agua, o hasta 157 euros al año.
● Haz esfuerzos en tu día a día: si tiendes a olvidarte de apagar las luces, instala sensores para reducir tu factura. Esta es una fuente fácil de ahorro de energía, así como un gesto ecológico fácil de implementar, ya que la iluminación representa el 5,6 % del consumo de energía de una casa.
La industria de la vivienda está experimentando cambios importantes, con un cambio en los hábitos de consumo hacia prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. La tendencia del bricolaje sigue creciendo, empujando a los consumidores a elegir productos caseros, utilizando así menos plástico.
Tanto las empresas como los individuos están buscando cada vez más energía renovable, como la solar y la eólica, así como dispositivos de eficiencia energética. Los gestos sostenibles, como apagar las luces al salir de una habitación, se están convirtiendo en algo común.
Paralelamente, hay una tendencia creciente hacia viviendas más sostenibles, como ecoaldeas, pequeñas casas y sitios de construcción colectiva, que, con la ayuda de todos y un poco de bricolaje, se convierte en un enfoque respetuoso con el medioambiente.
Los consumidores están alimentando la necesidad de nuevas formas de vivienda. Cada vez más personas viven en las afueras de las ciudades ya que trabajan de forma remota, lo que les permite vivir más lejos de los centros urbanos, a un costo menor, en un entorno más verde y en las costas. Esto implica la necesidad de redefinir la vivienda, ya que la casa ahora también funciona como un lugar de trabajo.
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