Cuando hablamos de teletrabajo, predomina una versión idealizada de lo que es trabajar en casa: comodidad, dominar los horarios y el espacio, no tener jefes… Pero a la hora de la verdad, quien lo hace se encuentra con muchos problemas que un empleado de oficina no conoce: desconcentración, incapacidad para desconectar, estrés…
Cuando estos problemas afectan a tu productividad, pueden pasar dos cosas: o la jornada se extiende o los ingresos disminuyen. Además, esa carga mental que genera el trabajo estancado puede traducirse en ansiedad. En este post analizamos cómo mantener la productividad cuando tienes teletrabajo, a través de tres frentes: tu tiempo, tu espacio y tu mente.